En Mateo 26 leemos que Jesús junto con sus discípulos subieron al monte Getsemaní luego de comer la santa cena en la que les advirtió que su momento para ser crucificado habría llegado y que tenían que prepararse para lo que venía. Claramente le dijo a sus discípulos que oraran para que al llegar la tentación no cayeran.
Los momentos difíciles siempre llegan. Aunque el día esté soleado, siempre llega la noche en la que necesitamos una luz que nos alumbre para ver claramente nuestro alrededor. Y para poder atravesar esas temporadas con la fuerza suficiente y no ser derrotados debemos buscar continuamente a Dios a través de la oración antes y durante la prueba.
Ya sea que estemos en el mejor momento de nuestras vidas, no nos debe servir de excusa para dormirnos en la fe y dejar de buscar diariamente a nuestro creador, es cuando mas debemos estar alertas para cuando lleguen las dificultades poder continuar sin desmayar. Aunque en tu caso ya estés en ese momento difícil no hay porque desanimarse, ora al Padre y el te dará la fuerza necesaria para que vuelvas a levantarte.
Como sucedió con Jesús en ese momento que oraba al Padre y le pedía que si era posible que no sucedieran las cosas así pero que no se hiciera su voluntad sino la de Dios. Aunque tuvo que completar el método de Dios (sí fue a la cruz), en ese momento de angustia fue enviado del cielo un ángel para que aumentara sus fuerzas.
El espíritu está dispuesto a resistir cualquier tentación pero no nuestra carne y para que nuestra carne se debilite y el espíritu se fortalezca debemos orar
1 Corintios 16:13,14
Velad, estad firmes en la fe: portaos varonilmente, y esforzaos. Todas vuestras cosas sean hechas con amor.
Los momentos difíciles siempre llegan. Aunque el día esté soleado, siempre llega la noche en la que necesitamos una luz que nos alumbre para ver claramente nuestro alrededor. Y para poder atravesar esas temporadas con la fuerza suficiente y no ser derrotados debemos buscar continuamente a Dios a través de la oración antes y durante la prueba.
Ya sea que estemos en el mejor momento de nuestras vidas, no nos debe servir de excusa para dormirnos en la fe y dejar de buscar diariamente a nuestro creador, es cuando mas debemos estar alertas para cuando lleguen las dificultades poder continuar sin desmayar. Aunque en tu caso ya estés en ese momento difícil no hay porque desanimarse, ora al Padre y el te dará la fuerza necesaria para que vuelvas a levantarte.
Como sucedió con Jesús en ese momento que oraba al Padre y le pedía que si era posible que no sucedieran las cosas así pero que no se hiciera su voluntad sino la de Dios. Aunque tuvo que completar el método de Dios (sí fue a la cruz), en ese momento de angustia fue enviado del cielo un ángel para que aumentara sus fuerzas.
El espíritu está dispuesto a resistir cualquier tentación pero no nuestra carne y para que nuestra carne se debilite y el espíritu se fortalezca debemos orar
1 Corintios 16:13,14
Velad, estad firmes en la fe: portaos varonilmente, y esforzaos. Todas vuestras cosas sean hechas con amor.
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